La Tienda De La 70

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Plato fuerte

- Posta sudada antioqueña: La posta sudada es uno de esos platos que saben a domingo en casa, a almuerzo con la familia y a tradición paisa. Se prepara con una buena pieza de carne de res, que se adoba con ajo, cebolla, comino, laurel y un toque de sal. Luego se sella en aceite bien caliente para que conserve los jugos y agarre ese sabor doradito que tanto nos justa gusta.
Después viene el secreto: dejarla sudar lentamente en una olla con tomate, cebolla larga y cabezona, un poquito de pimentón y papa en tajadas. Todo se cocina a fuego lento, dejando que la carne se ablande hasta quedar jugosa y tierna, y que el guiso espese con ese sabor casero que solo se logra con paciencia y amor.
Servida con aguacate, arroz blanco, papa sudada y ensalada. Es una receta que no solo llena el estómago, sino también el corazón. ¡Una joya de la cocina antioqueña!.

- Bandejita con bondiola — un pecado bendito: ¡Esta no es cualquier bandeja, mijo! Es una locura de sabor creado con puro amor antioqueño. Al centro, una bondiola jugosa, bien doradita por fuera y tierna por dentro, que se deshace en la boca con ese saborcito ahumado que enamora. Cada mordisco es un abrazo pa’l alma.
La acompañan unos frijolitos paisas, espesitos y con sabor a leña, como los hacía la abuela. Arrocito blanco sueltico, tajada de maduro bien frita, aguacate en su punto, ensalada de repollo y huevo frito con la yema brillando como el sol de Medellín.
Esta bandeja no se come con pena, se disfruta con gusto, con ganas, y con una buena cerveza ANDINA o una GASEOSA COLOMBIANA pa' empujar. ¡Una bomba de sabor paisa que no perdona dietas, pero sí regala felicidad!

- Bondiola a la parrilla – La reina del asado paisa: ¡Ojo pues, que esto no es cualquier carne! Es una bondiola jugosa, gruesa y bien sazonada, llevada a la brasa como manda la tradición, hasta que queda doradita por fuera y suavecita por dentro. El olor a parrilla te va envolviendo y ya sabes que lo que viene es pura sabrosura.
Cada corte es una explosión de sabor: jugo, sazón y ese toque ahumado que solo da el fuego lento. Se sirve calientica, soltando aroma, acompañada de papita criolla dorada, chimichurri casero, un picadillo de aguacate, tomate y lechuga, pa’ no dejar hueco.
Es un plato de respeto, pa’ los que saben comer bueno, sin afán y con toda la verraquera. Ideal pa' compartir en un asado con los parceros o pa' darse un gustico que no se olvida.

Coctel elaborado con Ron Viejo de Caldas

- Mojito con Ron Viejo de Caldas – Pa’ levantar el ánimo y el orgullo: Este no es cualquier mojito... ¡es un mojito con clase paisa y alma de montaña! Preparado con el legendario Ron Viejo de Caldas, ese que baja suavecito pero sube con ganas, mezclado con hierbabuena fresca que perfuma el aire, limón criollo bien exprimido, azúcar morena pa' endulzar el momento y soda pa’ darle chispa. Refrescante, sabroso y con ese toque de tierra caliente y corazón frío, este trago es como un guaro con swing: suavecito, pero traicionero. Ideal pa’ tomárselo viendo el atardecer, charlando entre amigos o arrancando la noche con toda la actitud.

No es solo un cóctel… ¡es una experiencia paisa servida en vaso alto, con hielo y verraquera!